In the keuken van Floris
Rotterdam es probablemente la ciudad más aburrida del mundo -no te enfades, Zúrich- y, sin embargo, guarda algún as en la manga como In the keuken van Floris, cocina a la vista sin carta ni menús, y en la mesa cocina afrancesada -y biológica- con influencias indonesias y orientales. O sea, fusión y más fusión. La receta de la neo-fusión que reina en la escena gourmet es sencilla: no hay miedo al cambio. No hay miedo a la fusión. Y solo dos reglas: producto y sencillez. Y una sorpresa más: la mejor carta de champagnes de Rotterdam.
Dirección: Rotterdam, Holanda
Cocina: Local