Cantine del Vino “Già Schiavi”
Venecia no es solo -gracias a Dios- un destino para guiris y treintañeros celebrando su aniversario. Y digo gracias a Dios porque sería un pena que la ciudad más bonita del mundo -ni una duda en este punto, espero- no fuese algo más que riñoneras, postales bonitas y lasaña con lambrusco -fresquito-, porque vaya tela. En fin, que hay otra Venecia: la que se esconde más allá del Gran Canal cruzando el puente de la Academia. Hablo de Dorsoduro, el sestieri donde pescadores, estudiantes y gente de bien come como Dios manda en barras como la de Già Schiavi. Producto -su especialidad son las setas-, jareneo, buenos vinos por copas y maravillosos pinchos.