Hof Van Cleve
El nombre siempre define un local. Siempre. Porque es en el nombre donde comienza la personalidad de un restaurante y exactamente eso -una actitud, una historia- es lo que te llevas a casa tras una experiencia gastronómica. Hof Van Cleve era el nombre de un ermitaño que vivía bajo el cobijo de una casa rural en la región belga de Flandes. La misma casa que Peter y Lieve Goossens transformaron en un restaurante llamado a ser la referencia de alta cocina belga: generosa, afrancesada, meticulosa y experiencial. Un menú de mercado cuyos ejes son “mercado, jardín, bosque y flores”. Como los de aquel ermitaño.